lunes, 28 de marzo de 2016
CARLOS MARTINET - Profesor de Filosofía.
Carlos Martinet es Profesor de Filosofía en la carrera de Consultor Psicológico- Counselor, en la UAI.
- ¿Cuándo decidiste ser profesor y por qué la filosofía?
- No es que yo lo decidí, es que la filosofía me encontró en mi vida y creo que no se va a ir.
- ¿Qué significa ser filósofo?
- La mayoría de los que transitan el mundo de la filosofía, ven en la filosofía, el filosofar y al filósofo como una actitud de vida, como una forma de ponerse unos lentes a partir de los cuales comienzas a ver algo diferente, no solo al mundo, al otro con otra mirada, sino que esos lentes te ayudan a verte a vos mismo, una ayuda necesaria para el auto-conocimiento, el "conócete a ti mismo" que nos dejaron los griegos y ahí veo lo antropológico, sé lo que es ser persona y veo lo ético, sé como comportarme en lo más conveniente para vivir por mí y en sociedad. Metafóricamente hablando como unos lentes en aquel que no ha visto y a partir de los cuales empieza a ver colores desde otra perspectiva, otra forma, una mirada nueva y una actitud de vida.
- ¿Cualquiera puede ser filósofo?
- Sí, yo defiendo esa idea que no es mía sino de otros pensadores, de que todos podemos ser filósofos en esto de hacer filosofía porque a diferencia de otras disciplinas o ramas no es necesaria tanta preparación. Si bien uno puede prepararse, pasar por una facultad, tener una formación académica necesaria, también uno puede hacer filosofía con su propia existencia, con su propia vida, cuando no se te escapan los detalles en tu vida, en tu diario vivir ya sos filósofo, cuando le ganaste a la rutina repetitiva, esclavista, de horarios, de una inmediatez y rapidez en la vida, ya ahí estoy siendo filósofo. Para ser filósofo se necesita vivir y entender cual es la diferencia entre vivir y sobrevivir; sobreviven los animales y otras especies, pero el hombre está llamado a vivir y debe hacerlo, es decir, ser consciente de su vida, de sus día a día, no ser autómata, no ser mecánico, sino ser plenamente él mismo.
- ¿Al hombre actual le gusta filosofar?
- Yo creo que no gusta la filosofía en general, por malas experiencias y por prejuicios, por la forma en que nos presentaron a la filosofía, pero si el hombre descubre que hacer filosofía te hace ser mas humano, hace que te conozcas y en algún punto auto-gobernar, a la larga gusta. Además la filosofía te permite detectar lo verdaderamente bello en algo que el mundo no llamaría bello, entonces eso es una forma de que te atraiga la filosofía, detectar algo que el mundo o paradigma social no ve.
- ¿Se puede ser filósofo sin tener conciencia de ello?
- Seguramente hemos sido filósofos sin darnos cuenta en lo que sería asombrarse, experimentar que algo te conmueva, que te sorprenda, en esas experiencias de momentos de dudas en donde uno se empieza a preguntar por el sentido de nuestra existencia, en situaciones límites de enfermedades, de muerte, de alegrías, tristezas, pobreza, riquezas, en el nacimiento de un hijo, en la creación de una obra, en la realización de un proyecto, en esos momentos, el hombre ha filosofado seguramente y no se ha dado cuenta.
- ¿Antropología y filosofía van de la mano?
- Si, primero en cuanto a la antropología como rama de la filosofía y segundo la filosofía como esta posibilidad de conocer al hombre, de rescatarlo como persona, con dignidad, porque hoy todo tira para que sea un hombre alienado, un hombre dormido, un hombre que no piensa, porque el hombre que piensa no conviene, el hombre que piensa rompe con paradigmas, con parámetros, el hombre que piensa no se deja influenciar por el consumismo, el mercado, la falsa belleza, el hombre que piensa va contra la corriente y no conviene. La filosofía permite a la antropología desenmascarar su verdadero objeto de estudio, cual es la autenticidad y cual es lo propio y particular de lo que nos hace ser personas y que nos diferencia de otros seres con los cuales compartimos el universo.
- Entonces, ¿cuál sería la tarea de la antropología filosófica?
- Tratar de detectar que es lo que nos hace diferentes, únicos, particulares, qué es lo que nos hace en definitiva ser personas diferenciándonos de otros seres con los cuales compartimos; qué hay en nuestro ser, en nuestra historia, en nuestra vida interior que nos define como somos, esa es la tarea de la antropología.
- ¿Cuáles son las problemáticas antropológicas filosóficas actuales?
- El lugar que ocupa el hombre frente a la ciencia, ante el avance desmedido de la tecnología, y cuál sería ese lugar que tiene que ocupar el hombre en cuanto a la creación de esas tecnologías y en cuanto a ser usuarios de las mismas, el nuevo papel que ocupan las comunicaciones, ubicarse y re ubicarse en esas nuevas formas de comunicarse y tipo de forma de relacionarse, que en algún punto es virtual, el hombre debería preguntarse hasta que punto es real esa nueva forma de "conocernos", de "relacionarnos", es una nueva problemática que hay que tener en cuenta porque hoy no se concibe un hombre fuera de las redes sociales, de la tecnología, de esta nueva forma de comunicarnos, son las temáticas hoy mas vigentes de este siglo XXI.
- ¿Se ha perdido en la actualidad el concepto de hombre individual separado de las masas?, se pierde identidad?, quién soy yo?.
- Como dije anteriormente en esta problemática de la nueva tecnología, está este peligro de que el hombre pierda su individualidad, que el hombre se masifique y se aliene, que se convierta en una máscara y es problemático porque el hombre no llegaría a ser plenamente él, no sería plenamente persona y puede caer en un hastío, cansancio, vacío, en un absurdo porque su vida respondería a una lógica de máquina, de masificación, de robotizarse, de no ser plenamente hombre. El hombre hace experiencia de por momentos diferenciarse y decir "este no soy yo", el hombre puede escapar de los imperativos del mercado, de la falsa belleza y recuperar su propia identidad, el timón de su vida y sus propios gusto, porque otra forma en la que el hombre es absorvido es en la moda, la moda también nos pone a prueba como un termómetro y pensar si realmente quiero "estar a la moda" o ser fiel a mis propios gustos, a mi personalidad, a mis creencias, a mi sociedad.
- ¿A quiénes consideras filósofos y antropólogos en la actualidad?
- Existen muchos antropólogos y filósofos en la actualidad no de los libros de filosofía o antropología sino por ejemplo autores del folcklore, don Atahualpa Yupanqui con afirmaciones respecto al hombre tiene una gran riqueza antropológica, hay un tema musical que es de Pablo Trullenque que se llama "La pucha con el hombre", que tiene una riqueza antropológica impresionante y no se si él ha tenido una formación filosófica antropológica, pero sí su obra lo es, se puede partir de esa zamba que explica toda las riquezas y miserias del hombre y tiene una enseñanza muy rica. Podemos también nombrar a Ernesto Sábato y su obra "Hombres y engranajes", que parecen escritos antropológicos, ensayos a los que uno puede recurrir si le gusta la literatura, sin llegar a ir a un manual de antropología o filosofía. Es decir, que a través del arte, la literatura, la música, uno puede conocer antropología sin necesidad de ir a lo académico, en expresiones artísticas y culturales en nuestra sociedad, por ejemplo a la propia Mafalda le podemos dar el título de filósofa.
- ¿Cómo podemos hacer para recuperar valores perdidos?
- Esa recuperación no se da como una regla o receta a seguir, pero si en confiar de que esas situaciones especiales en que uno se ve en la vida y que nombramos anteriormente en las cuales podemos ser filósofos, permitirían recuperar nuestros valores. Aquel que hizo experiencia su existencia con un vacío, una experiencias negativa, en algún momento nos permite que esas situaciones sean consejeras, maestras, para preguntarnos sobre nuestra propia existencia y darnos cuenta si nuestra vida está basada en nada, en el absurdo y necesariamente, la lógica nos llevaría a encontrarle un valor, un proyecto, un fin, una mirada, un horizonte y ahí estaría la recuperación. Sin duda son necesarios estos momentos de situaciones límites para que resurjan estos principios y valores; en la historia se dieron en medio de grandes acontecimientos bélicos, de muerte y de hambre se propone la recuperación del valor de la persona por sí misma, de su dignidad, en la historia de cada hombre y mujer se puede dar estas experiencias que te lleven a recuperar estos valores, primero individual y luego como sociedad.
Se pierde una conciencia del yo, demasiado pendiente del tú, esto es un poco lo que hablamos a lo que nos está llevando los medios de comunicación, la masificación nos lleva a la perdida de nuestra interioridad, porque vivimos pendientes del tu, de lo que nos impone el "tu tienes que"en cuestiones materiales, en un tipo de belleza y esto hace que perdamos la mirada del yo, no reconociendo nuestros valores.
- ¿Qué le dirías a quienes están interesados en estudiar filosofía?
- Que tengan mucho coraje pero no como advertencia o amenaza sino como una preparación a lo que puede venir luego. "La filosofía es un ir de camino" y hay que transitarla. Cuando hablo de coraje es porque vendrá un momento en que uno quiera frenar en el camino, volver atrás, que en el camino uno no vea el fin, y también por la mirada que pueda llegar a tener la sociedad respecto al filósofo, o el que estudia filosofía y en esos momentos uno necesita ser valiente, porque uno tiene que ir contra la corriente, a veces es doloroso y puede desmotivarse, anímense porque tiene mucha enseñanza, aprendizaje y de auto conocimiento.
- Si tuvieras un micrófono delante tuyo y supieras que te están escuchando en todo el mundo, todas las personas, ¿cuál sería tu mensaje para ellas?
- Creo que vivimos en un mundo que debe volver la mirada a lo que es puesto en el extremo de la sociedad, un mundo que pierde su mirada en los extremos, los niños y los ancianos quieren ser sacados del eje. Yo creo que hay que volver a esa mirada en el niño, en su ternura, en su inocencia y también en el amor que hay que tenerle a los ancianos que ya transitaron este mundo y tener en cuenta la sabiduría y lo que nos pueden enseñar, porque los niños ya son personas y los ancianos no dejaron de serlo. Creo que vivimos en un mundo que necesita paz y ante todo amor, porque el amor todo lo transforma, todo lo convierte y en definitiva el amor es el fundamento de nuestra existencia. Si yo experimento amor, voy a devolver amor y voy a querer que otros sientan lo que es ser amados, principalmente el mensaje que Jesús trajo al mundo, todo se resume en un mensaje de amor y el amor todo lo puede y todo lo espera y si no fui amado por lo que me tocó vivir, por mi historia familiar, descubrir que siempre por alguien soy amado, una mirada, un auto reconocimiento, la aceptación inmediata hacia mí mismo y hacia el otro será diferente.
Entrevista: Ruth Mazzarolo.
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