lunes, 26 de septiembre de 2016
CRISTIAN BARRERA -KITA- Artista Plástico
Cristian Barrera es artista plástico, de la ciudad de Roldán, en Santa Fe.
- ¿Cómo comenzó tu vocación?, cuando nacieron tus primeros sentimientos y pasos en la pintura.?
- Mis primeros pasos fueron con rayas en las paredes, además amaba los días de lluvia porque cuando dejaba de llover solía escaparme por la calle Galvez y sobre la tierra lavada, planchada, me ponía a hacer dibujos mientras mis amigos jugaban y no me daba cuenta del tiempo y seguía dibujando y cuando tomaba noción había dibujado a través de tres o cuatro cuadras sobre el barro con un pedazo de palo. Después solía visitar la casa de Ida Durán de Mazzarolo para ver los cuadros al óleo que ella pintaba y la recuerdo con el atril pintando y los pomos de óleo sobre un pedazo de madera y una luz tenue, yo tendría 6 o 7 años mas o menos.
- ¿Como sigue después?
- Me fui involucrando después en la primaria, continué dibujando y las maestras me dejaban dibujar en el pizarrón para que los padres vean, me llamaban siempre para dibujar y me ganaba la torta frita y mate cocido a cambio era como una paga, con Graciela y Gabriela Friedli.
Después cuando fui mas grande trabajaba en el bar 25, un bodegón donde venían mucha gente de otros lugares por el tema del cereal. En ese bar tiraba un cajón detrás de la barra para subir y ver porque no llegaba y veía los rostros de la gente cuando es sureño, cuando es del norte, sus ojos, su piel, era gente grande, parroquianos de las provincias que venían a trabajar acá. Recuerdo mi primer dibujo a un deportista de la ciudad que fue Carlos Soland, bajaba de una chata con un chico y se encontraba con los hermanos Juan y Bautista Rivas, que eran personas mayores pero de cuerpos chicos y Soland en esa época era una persona robusta y los sentaba en las rodillas, me hacía acordar a chirolita, yo agarraba los papeles de los cigarrillos y en la parte blanca dibujaba todo el tiempo e iba sacando las caras que veía, entonces yo les daba el dibujo y ellos me daban una paga, por ahí eran solo dos pesos pero yo a la noche los tenía.
. ¿Alguna vez tuviste en mente dedicarte a otra cosa?
- Cuando termino la primaria mi sueño era estudiar medicina para curar las piernas de mi mamá y me inscribí en el Paul Harris. Fue muy difícil porque era una escuela de nivel social alto, el uniforme era camisa celeste, pantalón gris, saco azul y en mi casa, nosotros eramos muchos hermanos, no teníamos posibilidad de comprar esa ropa, pero en el bar 25 paraban los choferes de la línea de colectivo Villa Diego y ellos me conocían y querían que yo siguiera estudiando y como el uniforme de ellos era igual, ellos me conseguían la ropa, salvo la corbata que era diferente pero yo la pintaba con birome azul. Igual nunca llegué a estudiar medicina, porque me fui involucrando con pintores de casas, viejos artista, pintores del 1900 diría yo que en una época les decían mata arañas y aprendí de ellos. Pero yo siempre quería implementar cosas de avanzada y un día cansado de las brochas grandes y pesadas que se dificultaba para pintar los techos que eran con ladrillos tramados y que a veces caía la cal a los ojos, vi a un viejito fulmigar y yo dije con eso también se puede pintar, cuando empecé con la máquina hacía de cuenta que tenía un 0 km. Durante varios años trabajé para otros hasta que un día me largué solo.
A partir de ese momento se soltó la creatividad, empecé a incorporar colores, en aquella época generalmente se pintaban las casas de blanco, el color mas raro era el verde inglés y rompí el esquema con otros colores que al principio parecía que desfiguraban las casas pero a la vez quedaban lindas. Me creo dueño de muchas de las ideas que ahora se implementan como pintar con brea. Mi viejo después de grande tenía un tallercito y yo pintaba cuadros y un día me cambió el negro por brea y cuando me dí cuenta que no era negro empecé a querer limpiar con kerosene y me gustó el tono que quedaba que era un color sepia, por eso hoy cuando pinto algo color sepia es como hacerle un homenaje a mi viejo, parece como que en la pared voy dejando una parte de él. Las pinturas en las paredes del pueblo indican mi interés de involucrarme con la gente, la vida me dio un don y yo trato de dejar mensajes a través de él.
- ¿Algún momento en especial en tu vida?
- Hay momentos que no se olvidan, mis primeros zapatos por ejemplo, me los regaló una persona que tenía una zapatería, fue Elvio Friedli y yo miraba en la vidriera unos zapatos que me gustaban y siempre le preguntaba el precio, y volvía a pasar y a mirarlos, hasta que un día no estaban mas en vidriera y siento que Friedli me golpea el vidrio y me hace pasar al negocio y me pregunta: ¿que andas buscando? y me dijo: tomá son tuyos, te van a servir para caminar y vos tenes que seguir andando con estos zapatos. Todos estamos de paso por esta vida, yo no se cuanto van a durar mis zapatos, trato de disfrutar los momentos, yo siempre hablo de momentos, transmitiendo una armonía interna.
- ¿Cómo es la vida de Kita?
- Detras de Kita hay mucha gente que son los amigos artistas, me consultan, consulto y eso es confortable, yo trato de no hacer una muestra solo, en mi exposición convoco a otros artistas para mostrar lo que pasa alrededor. Con tu arte das al otro. Estoy en una etapa donde recibo muchas caricias, muchas manifestaciones de afecto, me paran por la calle, me felicitan, me agradecen. Es cosechar después de la siembra.
- Te vi pintar con las manos, ¿por qué?
- Es muy raro que pinte con pincel, fue en mi desesperación de no tener plata para comprar pinceles. Yo utilizaba lo que tenía a mano, así fue desde chico. En mi casa no había electricidad, así que recuerdo haber planchado un pedazo de papel y haber puesto la plancha en el brasero y de los tachos de basura de la escuela, sacar con la birome tinta con un pedazo de alambre dibujar como un pincel finito y en una hoja de 20 x 30, dibujé una negra africana con ojos celestes, yo creo que era la perfección pero el profesor dijo esto no sirve tiene que ser mas grande, para mí fue como una cachetada, hice un bollo con el dibujo y dije no pinto mas, recuerdo que salí y mi madre detras. Al otro día exponían todos, estaban todos los dibujos menos el mío.
Mi primera exposición fue en la Fundación Favaloro, fui el primero en hacer un corazón de alambre enrollado y con caños que encontré en la calle. Antes de irme mi madre se internaba con su problema de las piernas y me dijo que se iba y no volvía. En esa época no había la posibilidad de un celular, cuando me ubicaron en Buenos Aires fue para avisarme que mi madre había fallecido. Al regreso a Roldán, buscando unos papeles, encontré una biblia y de ella se cayó el dibujo de la muñeca negra africana de ojos celestes, el bollo que yo había tirado mi madre lo había planchado y guardado para ella. Tomo referencia de 35 años con el arte desde ese día.
- Le entregaste cuadros a Cristina Fernandez de Kirchner cuando era presidenta.
- Si, ese fue un momento en que yo sentía que nadie me escuchaba. Nadie me ayudó a esos encuentros, simplemente me metía y recorría cuadras hasta que lograba llegar a ella y por cada cuadro recibí un "gracias".
- ¿Se puede vivir del arte?
- Yo creo que sí, que hay maneras de vivir del arte. Desde chico cuando hacía un dibujo me daban una paga a cambio, después de mas grande seguí con lo mismo por ejemplo un dibujo a cambio de un par de alpargatas. Aún cuando no sea en dinero siempre recibo algo a cambio, tipo trueque. Aún un simple gracias es recibir algo a cambio que te fortalece. Además yo tengo también como profesión mi oficio de pintor, yo pinto casas donde despliego arte, le doy a los negocios y a las casas un toque diferente en estilos, de acuerdo a la energía que me transmite el dueño.
- ¿Cuál es tu relación con Flavio Mendoza?
- Nos vimos como artistas, nos enamoramos en ese sentido, él nace en un circo con muchas experiencias, transitó por el dolor, y le dije que me gustaría exponer en su obra, entonces transformé todo el Estado del tiempo en mi obra, fuimos a Carlos Paz.
- ¿Qué les dirías a aquellas personas que están interesados en la pintura?
- Que no hay sueño que no se pueda cumplir. Siempre suelen aparecer piedras en el camino, pero siempre hay que estar preparados para correr la piedra a un lado. Transitar por los sueños es un viaje de placer y muchas emociones. Que está prohibido truncar los sueños porque cuando hay problemas también hay soluciones. Siempre le digo a los artistas nuevos, sé libre. Cuando gente que ha estudiado arte me dice que a lo mío le faltan cosas, yo digo que es simplemente mi "estado" lo que pinto con estudio o sin estudio.
De chico no tenía triciclo, y yo veía como los otros chicos tenían y los miraba a través del alambrado, y no entendía, después comprendí que había una diferencia social que lo marcaba.
Con los años mi hija Frida tuvo un triciclo. Un día vi que no lo guardaba y le pregunté porque lo dejaba en la calle y me dijo, yo ya jugué con el triciclo, ahora que jueguen Santi con sus hermanos. Al otro día salimos con ella en bicicleta y paramos en una chatarrería, vimos una rueda grande y después otra y un asiento y armé un triciclo gigante y lo inauguramos en la vereda del bar 25. ahora veo que todos suben en el triciclo. Con el arte aún los sueños que parecían truncados en el pasado pueden transformarse en realidad hoy.
- Si tuvieras un micrófono delante tuyo y supieras que te está escuchando toda la humanidad ¿cuál sería tu mensaje?
- Sé que estamos pasando una etapa en el mundo de cambio global, que en parte está enfermo pero que esta generación actual, joven, puede salvarlo. A veces no se entiende por qué hay tanta gente que muere de sed habiendo tanta agua en el mundo. El capitalismo ataba esclavos con cadenas, opresor, y hoy sigue existiendo en muchos el ansia de dominar en beneficio de unos pocos.
Tenemos que entender que somos libres, los países deben ser libres, debemos aprender a conquistar de otra manera. Creo en una nueva generación pensante, que cuide la tierra, el medio ambiente, que es lo mas importante que nos permite respirar, nos permite la vida.
Entrevista: Ruth Mazzarolo.
lunes, 12 de septiembre de 2016
HORACIO SARMIENTO - Estilista Unisex
Horacio Sarmiento es estilista unisex en la ciudad de Roldán, llevando 36 años en su profesión.
- ¿Cómo empezaste en esta profesión?
- Siempre me gustó el tema de la estética, de la decoración, yo estaba haciendo la escuela secundaria y a la vez me fui preparando en esta carrera y al principio de los 80 me recibo de peluquero, primero con el curso básico y después de perfeccionamiento, me fui adecuando a la época, lo que se iba usando, las distintas tendencias, fue una época que se usaba mucho hacer cursos, yo estuve trabajando bastante tiempo en Loreal, Buenos Aires, ibas y te instalabas una semana en los salones que Loreal tenía, te daban becas, te enseñaban a usar sus productos y fui adquiriendo distintos títulos. Ahora con el tema de internet se maneja todo directamente a través de este medio, como los productos nuevos que salen, ahora la actualización es así. Si bien siguen dando cursos son mas esporádicos y mas cortos en tiempo, cursos que te llevan una semana y ahora por internet se simplifica todo.
- ¿Qué significa ser estilista?
- Cuando te inicias como peluquero, con el trascurso de los años vas haciendo cursos que te cambian el nivel, sos estilista, coiffeurs, los títulos se dan según la época, el estilista refleja más el look hacia tu estilo, va trabajando sobre tu rostro, tu forma de vestir, pone distintos ingredientes para cambiarte el look.
- ¿En Roldán fuiste el primer peluquero hombre dedicado a la mujer ?
- En realidad fui el primer peluquero unisex, arranqué con hombres y mujeres, las dos ramas. Fue una innovación en el pueblo a principio de los 80.
- ¿Las mujeres tienen mas confianza en el peluquero hombre?
- No sabría afirmarlo. En los años que yo arranqué la peluquería da un gran cambio, un antes y un después bien marcado, porque se va dejando el tema de los ruleros, el batido y se va renovando con lo que es el brushing, se lanza la moda de las permanentes ultra tomadas con mucho volumen, muchos rulos y no todos los profesionales de la época estaban preparados para hacer ese tipo de trabajo, porque eran productos nuevos que habían salido y en aquella época era productos fuertes, nocivos para el cabello, así que tenías que saber darle el toque justo, ahora los productos son mas controlados, mas fáciles de manejar. Toda esa innovación. esos conocimientos los adquirí en Buenos Aires, primero en Loreal y después en Vella y sabía las distintas tendencias, la moda venía de Europa y reflejábamos en la mujer argentina la moda europea. Nosotros siempre tuvimos ojos más para Europa que para el resto del mundo.
- En cuanto al alisado permanente, ¿hay varias maneras de hacerlo?, en una época se habló que los productos que se utilizaban podían producir cáncer.
- El alisado permanente se usa con distintos productos, pero la base es la misma, hay productos con menos keratina y como todo con el tiempo fue desarrollado el producto y ahora es mas rápido y menos nocivo, menos agresivo en olor. En cuanto a si produce cáncer nadie lo ha podido comprobar.
- ¿Cómo incide en la elegancia de la mujer el peinado ?
- El peinado es el marco de la cara, tu carta de presentación, el peinado revela el tipo de persona, la forma de ser, la manera de vestirse.
- Las mujeres insisten en los que ellas quieren o escuchan tu propuesta en cuanto a qué les puede quedar mejor?
- La mujer viene siempre con una idea y en base a esa idea trabajamos sobre ella, porque hay que ver el tipo de cabello, lo que ella pretende se va charlando.
- La mujer que se corta el pelo, ¿se inclina después por volver al largo o a seguir teniéndolo corto?
- Según, yo creo que es como se van sintiendo cómodas, algunas vuelven al largo otras continúan manteniéndolo corto y hay quienes encuentran un término medio y ahí se quedan. Pero la mujer argentina se realza por el cabello largo y es reacia a cortárselo.
- ¿Qué es lo que mas satisfacción te da cuando trabajas?
- La mayor satisfacción es cuando la clienta queda super contenta, conforme al verse en el espejo, cuando ve ese cambio de look que se adapta a su forma de ser, a su persona, y un look que es manejable para la clienta, porque a veces un look de moda se convierte en una carga, como mantener un corte, mantenerlo peinado o siempre a punto, es importante que sea práctico, que lo pueda resolver en su casa.
- Organizaste muchos desfiles de moda?
- Si, fueron muchos años. Un desfile cierra mucho tiempo de preparación para que todo salga perfecto, pero dependes de un montón de gente y resulta estresante porque vos podes tener la idea, pero necesitas la combinación de un grupo de personas que te ayudan, las modelos, otros que te aportan la ropa, es todo un combo y se complica a la hora de tratar que toda esa maquinaria funcione en armonía. Creo que siempre dieron buenos resultados. Además en cada nuevo desfile tenes que ir innovando y superar al anterior. Fueron gratificantes.
- ¿Cuántos años llevas de trabajo?
- Treinta y seis.
- ¿Pensás en jubilarte o seguir ?
- Por ahora ni idea. A veces pensamos en la idea de seguir trabajando, pero por ahí uno siente que tiene que poner un stop y un hasta acá llegamos y empezar a disfrutar otras cosas de la vida. Hay un tiempo para todo, un tiempo marcado y a veces es lindo retirarse en el mejor momento y darle paso a la juventud que viene, para mi la peluquería es apasionante, pero no es bueno obsesionarse demasiado. Me asusta la palabra jubilación porque yo soy una persona completamente activa y de golpe no hacer nada no es bueno. En mi caso no se si me bancaría ir perdiendo esta imagen, me gusta salir a la calle y que todo el mundo me conozca, me gusta la imagen mía que he creado y no se si me gustaría que me digan el ex peluquero. No quiero bajarme de mi escenario por ahora.
- Mas allá de tu profesión, está el Horacio Sarmiento persona. ¿Cómo es el Horacio Sarmiento que no conocen?
- En mi vida cotidiana soy una persona sencilla pero me gustan los placeres que te da la vida, una buena comida, una buena bebida, una buena película, pero una vida tranquila y amistades, constantemente rodeado de amigos de círculos diversos, no me gusta encasillarme en nada. A mis amigos los tengo clasificados en un buen sentido, sé con quienes ir al cine o de viaje o con quien comer una asado, como los conozco se de que manera se sienten cómodos y yo así también estoy cómodo. Soy adaptable a las personas, me encuentro cómodo desde el lugar mas humilde hasta el de mas alta condición económica, porque yo me fui haciendo y adaptando en el camino.
- ¿Las mujeres en la peluquería han llegado a confiarte cosas de su vida?
- Muchas veces. Hay un grupo de clientas que se confían y uno las siente de otra manera. Yo siempre escucho, quizás porque hay mas afinidad o con quienes compartimos temas en común y que me interesan y temas que recuerdo y los volvemos a tomar cuando esa clienta regresa en otra oportunidad, por eso me elogian la memoria, pero en realidad es que recuerdo porque es bueno escuchar a los demás.
- ¿Por qué fue la elección de trabajar también con el cabello de las mujeres?
- Cuando empecé a estudiar hice el primer curso para hombres, en el salón de al lado estaba el de mujeres, lo vi y me interesó, fui investigando, hice el curso también de mujeres y en la práctica vi que las mujeres me elegían. Creo que es algo innato esto de mi trato con las mujeres, yo las elegí pero ellas también me eligieron.
- ¿Qué consejo les darías a quienes están interesados en esta profesión?
- Que es linda porque te va llenando de orgullo con el paso del tiempo, que te ayuda a crecer socialmente y espiritualmente con diversidad de pensamientos de distintas religiones, diferentes creencias, vamos aprendiendo y ayuda al crecimiento personal. Es lindo escuchar al otro mientras vas haciendo tu trabajo.
- Si tuvieras un micrófono delante tuyo y supieras que te está escuchando toda la humanidad, ¿ cuál sería tu mensaje?
- Que tratemos de encontrar la paz, que deje la gente de confrontarse, por una vida mas sana, mas tranquila, que no se dejen atrapar por la parte económica, la idea de tener, que no dejen de lado la parte espiritual, que no sean presos del consumismo, menos materialismo y mas humanidad. Que no hagan diferencias, que no vivan de estereotipos que no existen. Un país mas estable, mas seguro.
Entrevista: Ruth Mazzarolo
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